Nuevos viajes, patrones antiguos

Estuve dos semanas en Montreal, para participar en un lab. con compositores, músicos y artistas. ¡La música y todo el proceso creativos fueron extraordinarios! Aprendí mucho, pero esta vez quiero enfocarme en los descubrimientos con mi cuerpo.

Viajé en avión y llegué a un apartamento que compartía con personas desconocidas. Pronto me di cuenta de que ya no estoy acostumbrada a estar en una ciudad grande; soy de la Ciudad de México, pero no he vivido allí desde hace varios años. Fue un reto adaptarse a los tiempos y formas de Montreal; No pensé en todas las cosas externas que pueden causar estrés y tensión, aparte de tocar música. En realidad, ¡la música y la experimentación con el sonido me ayudaron a encontrar mi cuerpo!

En los primeros días comencé a notar que me sentía incómoda y que mi cuerpo estaba pidiendo tiempo para hacer un descanso constructivo y, a medida que pasaban los días, esta necesidad apareció más frecuente. Tal vez ante los ojos externos, me veía rara acostada en cada oportunidad que tenía, ¡pero realmente lo necesitaba! 🙂

El no poder dormir profundamente fue el origen de que mi cuerpo estuviera cansado. Pero también empecé a investigar lo que estaba sucediendo en diferentes partes de mi cuerpo.

Noté que cargaba una mochila grande todos los días y mi cuerpo comenzó a compensar, las curvaturas de la columna regresaron a los viejos patrones al igual que la cabeza y otras partes de mi cuerpo. Olvide el equilibrio de los brazos en todos lados, incluyendo en el transporte público ¿o acaso, no me estaba permitiendo estar en balance en esos espacios?

Tenía que hacer algo a parte del descanso constructivo; tenía que enfocarme activamente en mi cuerpo y su relación con la música que estaba tocando.

  • La mochila se volvió menos pesada y empecé a usarla en la parte delantera de mi cuerpo.

  • Noté cómo estaba subiendo y bajando las escaleras.

  • Intenté ser consciente de todos los espacios en los que estaba, incluido el metro y el autobús.

  • A veces llevaba los foams debajo de mis brazos (una herramienta implementada por Jennifer Johnson) y alzaba mis brazos extendiéndolos antes de los ensayos.

  • También revisé todas las distancias de los instrumentos que estaba tocando, asegurándome de permitir el ritmo húmero-escapular en ambos brazos.

  • Pensé en cómo usar el pedal para el vibráfono.

  • También incluí algunos movimientos en las piezas que me ayudaron a recordar los puntos clave para sentirme en balance.

Estos son ejemplos de las cosas que hice para incluir mi cuerpo al tocar. También, esto me ayudó a sentirme descansada y con más energía.

De esta forma puedes incluir Body Mapping (Mapeo Corporal) en tu vida diaria y al tocar. Estoy agradecida de que tengo las herramientas para darme cuenta de la incomodidad y que puedo hacer los cambios necesarios y recuperar mi balance.

La conciencia corporal es esencial y es una práctica diaria, constante, dondequiera que vaya (y más si estoy fuera de mi zona de confort). Cuando enfrento/enfrentamos desafíos para la mente, las emociones o el cuerpo, tenderé, nos inclinaremos a volver a los viejos patrones. Ser consciente de uno mismo es un trabajo duro, una búsqueda continua, y para encontrar respuestas, necesitamos escucharnos a nosotros mismos. ¡Asi como es en la música!